Algunos conceptos de física
Para entender los fundamentos de la generación y
propagación del sonido es necesario utilizar herramientas
físicas y matemáticas. Sin embargo podemos dar una
introducción general a algunos conceptos simples que nos van a
permitir comprender muchos fenómenos acústicos.
Movimiento:
El movimiento implica un cambio de posición a lo largo del
tiempo. Un objeto en movimiento recorre una cierta distancia en un cierto lapso de tiempo. Al cociente entre la
distancia recorrida y el tiempo empleado se lo conoce como velocidad. Si d es la distancia recorrida (medida
en centímetros), y t es
el tiempo empleado (medido en segundos) la velocidad se calcula como:
v=d/t
Por ejemplo al caminar recorremos aproximadamente 150 centimetros (un
metro y medio) en un segundo. Luego nuestra velocidad de marcha es de
150 cm/s. Quizas nos es más familiar la medida km/h. 150 m/s
equivalen a un poco más de 5 km/h. Como comparación, la
velocidad del sonido es de 33000 cm/s o bien 1200 km/h.
Los cambios en la velocidad se expresan mediante la aceleración.
Si un objeto se pone en movimiento y pasa de estar en reposo (velocidad
igual a cero) a moverse a una velocidad de 10 cm/s en el lapso de un
segundo, la aceleración promedio se expresa como el conciente
entre el cambio de velocidad y el tiempo.
a=(v2-v1)/t
donde (v2-v1)
es el cambio de velocidad (la velocidad final menos la velocidad
inicial).
Unidades: la
aceleración se mide en cm/s2 (centimetros sobre
segundos al cuadrado)
Fuerza:
Ahora bien. Qué causa el movimiento? Según la ley de
inercia una vez que un cuerpo entra en movimiento continua
moviéndose con velocidad constante a menos que haya fuerzas que
lo frenen (por ejemplo la fuerza de fricción o rozamiento). Es
decir que una fuerza puede
detener un movimiento. Pero también lo puede iniciar. Cuando
echamos andar es la fuerza de nuestros músculos la que nos pone
en movimiento. Como la fuerza implica un cambio en el estado de
movimiento y un cambio en la velocidad (pasamos de estar quietos a
movernos o un opbjeto en movimiento se frena) resulta natural que la fuerza se realcione con la aceleración (que mide cambios
en la velocidad). Se vinculan mediante la llamada Ley de Newton:
F=m.a
F es la fuerza y a la aceleración. La constante m que aparece es ni mas ni menos que
la masa del cuerpo que cambia su estado de movimiento. Cuanto más
masivo (o pesado) un objeto más fuerza es necesaria para
detenerlo o ponerlo en movimiento.
Unidades: si la masa se mide
en gramos y la aceleración en cm/s2 la fuerza se mide
en dinas
Presión:
Podemos aplicar una fuerza sobre un objeto sólido para ponerlo
en movimiento. Pero cuando aplicamos una fuerza sobre un fluído o
un gas, como pueden ser el agua o la atmósfera, resulta
más útil hablar en términos de presión. La presión es la fuerza que se
ejerce por unidad de superficie. Es decir, no sólo importa
la magnitud de la fuerza sino cuan grande es la superficie sobre la
cual se la aplica. A mayor fuerza mayor presión, pero si la
misma fuerza está repartida sobre una superficie mayor la
presión será menor. La atmósfera a nivel del mar
tiene una presión equivalente a la que ejercería sobre
nosotros el peso de una masa de un kilogramo por cada centímetro
cuadrado de nuestro cuerpo. Esto suena impresionante. No lo sentimos
debido a que nuestro cuerpo ejerce (en sus arterias venas y
tejidos) una presión identica hacia afuera.
Desde un punto de vista microscópico el aire esta formado por
moléculas en perpetuo movimiento. Las suma de las colisiones de
esas moléculas con nuestro cuerpo da como resultado la
presión atmosférica.
Unidades: la presión se
mide en dinas sobre centímetro cuadrado, o bien bares. Más corriente es la
unidad milibares (1 bar=1000 milibares). La presión
atmosférica es cercana a 1 bar.
Masa, volumen y densidad:
Como vimos anteriormente, la masa
es la constante de proporcionalidad entre la fuerza y la aceleración. Pero
también la masa siente la atracción gravitatoria de
nuestro planeta. Por lo tanto todos los objetos con masa sienten una
fuerza, llamada peso, que tiende a acelerarlos hacia el centro de la
tierra (normalmente decimos que los objetos pesados "caen"). Y la fuerza
que sienten es proporcional a su masa. A tal punto esto es asi que
normalmente las nociones de masa y peso se confunden y decimos "peso 60
kg" cuando en verdad esa es nuestra masa y la balanza mide la fuerza
peso.
El volumen es una magnitud
bastante constante cuando nos referimos a algún objeto
sólido o incluso el líquido dentro de una botella. Sin
embargo en el caso de un gas, como el aire, el volumen puede ser muy
variable. El aire puede comprimirse y disminuir su volumen, o
expandirse y aumentar su volumen. Si esto se realiza dentro de un
recipiente cerrado (por ejemplo una botella con tapa) es claro que la
masa de aire es siempre la misma, sólo que comprimida (en un
volumen menor) o expandida (en un volumen mayor).
La densidad mide la cantidad de
masa que hay en un determinado volumen:
D=m/V
De lo cual resulta claro que al disminuir el volumen aumenta la
densidad (el aire se comprime) y al aumentar el volumen disminuye la
densidad (el aire se enrarece).
La densidad del aire está
vinculada con la presión mediante las leyes de la
termodinámica. Sin entrar en detalles digamos que, a temperatura
constante, si aumenta la densidad aumenta la presión y si
disminuye la densidad disminuye la presión, algo que nos resulta
intuitivo. Un recipiente con gas comprimido (mucha masa de aire en un
volumen pequeño) soporta presiones muy altas, y en un gas
enrarecido (por ejemplo la atmósfera de alta montaña) la
presión disminuye. En el vacío la densidad y la
presión son cero.
Pese a la sensación de liviandad que nos evoca el aire, el aire
tiene masa y el peso del aire hace que la atmósfera quede pegada
a la superficie de la tierra y no se escape al espacio. Es justamente el
peso de toda la atmósfera el que provoca la enorme
presión atmosférica al nivel del mar (de un kg por cm
cuadrado). En la alta montaña hay mucha menos atmósfera
arriba, luego la densidad del aire es menor (menos oxígeno por lo
que cuesta más respirar) y hay menor presión.
Volviendo a la visión microscópica la densidad nos
diría cuantas moléculas de aire hay en un determinado
volumen. Si comprimimos un gas las mismas moléculas están
en un volumen mucho menor por lo tanto aumenta su densidad (como cuando
la gente se apiña en el subte) y por lo tanto son más
frecuentes las colisiones, entre moléculas y con las paredes. Lo
cual, como vimos, significa que la presión es mayor.
Unidades: la masa se mide en
gramos (g) el volumen en centímetros cúbiocos y la
densidad en gramos sobre centímetro cúbico.
Trabajo, energía y potencia
La noción de fuerza resulta incompleta si pensamos en un proceso
a lo largo del tiempo. Durante qué lapso se aplica esa fuerza?
Es constante? Provoca algún desplazamiento o cambio de
movimiento?
Es importante destacar que no siempre que existan fuerzas va a haber
movimiento. Si intentamos desplazar un mueble muy pesado vamos a estar
ejerciendo una gran fuerza sin lugar a dudas, pero la fuerza de
rozamiento estático contra el piso es tan grande que anula
nuestra fuerza y por lo tanto el mueble no inicia su movimiento.
Si la fuerza está involucrada
en un desplazamiento decimos que trabaja.
En particular si el desplazamiento es en la misma dirección de
la fuerza el Trabajo es igual
al producto de la fuerza por el desplazamiento.
L=F.d
donde L representa el trabajo
(Laburo) F la fuerza y d el desplazamiento.
Si pensamos en la presión en un gas, la presión
estática es una fuerza que no trabaja. Pero si provocamos
fluctuaciones de presión, como en una onda sonora, se ponen en
acción fuerzas (presiones) que sí provocan movimiento (a
escala microscópica) y hay trabajo.
El concepto de energía
resulta de importancia central en la física. Por
definición la energía
es la capacidad de realizar trabajo. Un sistema tiene
energía (acumulada de alguna forma) si es capaz, por ejemplo, de
aplicar una fuerza que provoque un desplazamiento. Existen muchas
formas y versiones de energía que pueden transformarse
fácilmente unas en otras. Mencionamos solo algunas con un
ejemplo: Energía cinética (la poseen todos los cuerpos en
movimiento), energía potencial elástica (un muelle de
resorte comprimido), energía química (un combustible),
energía eléctrica (una corriente circulando por un
cable), energía acústica (una onda sonora),
energía térmica (calor).
El ejemplo más sencillo de transformación de
energía que luego se concreta en un trabajo es el de un
automóvil. El automóvil tiene energía
química almacenada bajo la forma de combustible que entra en
combustión en combinación con el aire y se transforma en
dos tipos de energía: energía
térmica bajo la forma de calor que se disipa del motor y
se pierde y energía
cinética en el movimiento de pistones, bielas, ejes y
finalmente ruedas que ponen en movimiento al vehículo y lo hacen
recorrer una distancia. Por ende, la energía acumulada en el
automovil es capaz de realizar un trabajo (el desplazamiento del mismo).
En general luego de realizar el trabajo la energía que
tenía ese cuerpo disminuye (el combustible se consume). Luego el trabajo realizado es igual a la
variación de energía:
L=E2-E1
La energía acústica proviene casi siempre del movimiento
(energía cinética) de algún excitador (cuerda,
parche, cono de parlante) y se propaga a lo largo de la onda. De hecho
una onda no transporta materia ni masa pero sí transporta
energía.
Finalmente la potencia expresa
la cantidad de energía emitida (o recibida o transportada) por
unidad de tiempo. En el ejemplo del automovil, la energía
necesaria para desplazar un automóvil 100 kilómetros es
la misma ya sea que vayamos lento o despacio. Pero si lo hacemos con el
motor a máxima potencia tardaremos muy poco: la misma
energía en muy poco tiempo. Mientras que si lo hacemos con la
mínima potencia el tiempo empleado será mayor: la misma
energía en mayor tiempo. Esto se ve en la fórmula de la
potencia:
P=E/t
La potencia acústica será una magnitud importante cuando
hablemos de la sonoridad de una onda acústica.